EL TETRAMORFOS
El término "Tetramorfo" del griego “tetra”, cuatro; y “morphé”, forma, se emplea para referirse a un conjunto de cuatro elementos o formas.
En la tradición iconográfica cristiana, el tetramorfo hace referencia al siguiente conjunto de seres: un león, un buey, un águila y un hombre alado, que se encuentran con frecuencia en torno al trono de Dios y que se identifican tradicionalmente con los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, como parte de la corte celestial y alabando y glorificando a Dios.
ORÍGENES BÍBLICOS
Estas cuatro formas tienen su primera base en la Biblia en una visión del profeta Ezequiel en la que describe a los cuatro vivientes:
"Había en el centro como una forma de cuatro seres cuyo aspecto era el siguiente: tenían forma humana. Tenían cada uno cuatro caras, y cuatro alas cada uno. Sus piernas eran rectas y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del buey, y relucían como el fulgor del bronce bruñido. Bajo sus alas había unas manos humanas vueltas hacia las cuatro direcciones, lo mismo que sus caras y sus alas, las de los cuatro. Sus alas estaban unidas una con otra; al andar no se volvían; cada uno marchaba de frente. En cuanto a la forma de sus caras, era una cara de hombre, y los cuatro tenían cara de león a la derecha, los cuatro tenían cara de toro a la iquierda, y los cuatro tenían cara de águila. (Ezequiel 1, 5-10).
Más adelante, San Juan los describe en sus visiones del Apocalipsis:
"Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás, ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor. El primer Ser Viviente se parece a un león, el segundo a un toro, el tercero tiene un rostro como de hombre y el cuarto es como un águila en vuelo. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquel que era, que es y que viene." (Apocalipsis, 4, 6- 8)
LOS CUATRO VIVIENTES COMO SÍMBOLO DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Probablemente el primero en relacionar los vivientes con los cuatro evangelistas fue San Ireneo (S.II) en su obra Contra los herejes, en la que asoció el león a Juan y el águila a Marcos, aunque en las obras de arte se ha seguido otra relación, establecida por San Jerónimo en el siglo IV en su Comentario a Ezequiel, la cual fue trasladada literalmente al arte.
Según este texto el hombre simboliza a Mateo, dado que su relato comienza con la genealogía humana de Cristo y se centra en la humanidad de Cristo.
El león, animal del desierto, a Marcos, puesto que comienza su evangelio con Juan Bautista, "voz que clama en el desierto" y que pone especial énfasis en la Majestad de Cristo.
El toro, animal sacrificial, simboliza a Lucas, que comienza a narrar su evangelio con el sacrificio de Zacarías y que se centra sobretodo en el caracter sacrificial de la muerte de Cristo.
Y, por último, el águila simboliza a Juan, puesto que su escrito es el más abstracto y elevado de los cuatro.
REPRESENTACIONES DEL TETRAMORFOS EN DIFERENTES PIEZAS PARA EL CULTO
A continuación te mostramos la representación del hombre, el león, el toro y el águila en diferentes piezas de arte sacro, realizadas con el fin de revestir las iglesias y servir al culto, al tiempo que sirven como elemento evangelizador y enardecedor de la piedad.
C/ Galileo Galilei, 19.
28806, Alcalá de Henares,
Madrid. España
info@granda.com
(+34) 91 802 36 55
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