Finaliza la restauración de la custodia de Arfe de la Catedral de Toledo

En tan sólo siete meses, la custodia de la Catedral de Toledo que hace más de 500 años diseñó el alemán Enrique de Arfe ha sido restaurada por Granda, bajo la supervisión del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). En los trabajos ha participado un equipo multidisciplinar formado por restauradores, plateros, historiadores, así como laboratorios de física y química, gemólogos y carpinteros.

La custodia, en realidad, son dos custodias dentro de una. La más antigua, en el interior, perteneció a la reina Isabel la Católica. Es de oro parcialmente esmaltado y está guarnecida con piedras preciosas y perlas. Mide 98 centímetros de altura, pesa 16,9 kilos y fue realizada entre 1495 y 1499 por el platero de Barcelona Jaume Aimeric.

La custodia con forma de torre escalonada que alberga a la de oro es de plata parcialmente dorada y fue realizada entre 1515 y 1523 por Enrique de Arfe. Esta segunda custodia tiene las características del gótico flamígero, mide 310 centímetros de altura y 107 de anchura máxima, con un peso de 370 kilos(esta información ya se dijo en un párrafo anterior), que incluye la peana de madera en la que se asienta.

La intervención realizada comenzó el 16 de octubre de 2015. Los trabajos han consistido en el desmontaje completo de todos los elementos de ambas custodias y de la peana de los Ángeles, siguiendo las instrucciones que a finales del siglo XVI dejó escritas el platero Vicente Salinas. La limpieza, combinando técnicas mecánicas y químicas, ha permitido eliminar el recubrimiento a modo de barniz rojo y la sulfuración que presentaba la plata. Se han realizado tuercas y tornillos en plata allí donde se habían perdido para asegurar la fijación de los elementos mientras que los que presentaban fracturas han sido unidos mediante soldadura láser.

Durante la semana grande del Corpus, la custodia permaneció en el altar mayor de la Catedral Primada y procesionó el jueves por las calles de la ciudad. Ahora ha sido trasladada a la sala del Tesoro del templo primado, su lugar habitual el resto del año.