es una obra excepcional de la platería hispánica del siglo XI, tanto por su historia como por la devoción que se le profesa. Su construcción fue ordenada por Alfonso VI y su hermana Urraca y contuvo numerosas e importantes reliquias. Las planchas de plata parcialmente doradas que recubren su alma de madera presentaban deformaciones, roturas y un avanzado estado de sulfuración. Por ello, en la intervención se procedió a su completo desmontaje, lo que permitió asimismo actuar sobre el alma de madera y solventar sus daños estructurales. Financiación: S. I. C. de Oviedo. Proyecto y Dir. Téc.: IPCE. Ejecución: Talleres de Arte GRANDA S.A.
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