Casa Madre de las Hermanas Dominicas de Santa Cecilia

era destacar el lugar central reservado al tabernáculo y la imagen de Cristo crucificado en el santuario. Para ello, diseñamos una estructura en forma de medio baldaquín. La estructura del baldaquino se hace eco de la forma semicircular y las líneas clásicas del ábside en el que está instalado. De este modo, constituye un punto focal natural y un complemento armonioso de su entorno arquitectónico, sin dominar el santuario.

está compuesto por seis columnas blancas acanaladas con capiteles jónicos dorados. Los nervios de la parte superior del baldaquino parten del friso y convergen en una figura tallada de la Paloma, representación del Espíritu Santo. Una gran imagen de Cristo crucificado está suspendida en el centro del ábside, sobre el tabernáculo. La colocación del Crucifijo crea un eje vertical desde el tabernáculo hasta el situado detrás del altar de sacrificio a Cristo Crucificado. El tabernáculo con cúpula dorada está instalado sobre un pedestal de mármol entre dos ángeles adoradores. Dado que el baldaquino consta de una columnata alta y costillas abiertas, es extremadamente ligero a pesar de su tamaño y aspecto monumental. La encantadora y brillante paleta de colores del santuario fue determinada por la arquitectura interior de la capilla.