cuando no se limita a los elementos litúrgicos y devocionales, aislados, sino que ha de planificar el espacio en su conjunto, de modo que todo en él respire una unidad. Armonía que no sólo abarca lo estético o lo funcional, sino que ha de cumplir una misión primordial: realzar y ensalzar la celebración eucarística. Con este fin, en este proyecto se otorgó un lugar destacado al simbolismo, a través del diseño del espacio y de la iconografía de las imágenes devocionales, cuyo asunto central es la Caridad. El diseño se abordó desde una perspectiva integral, que incluyó la arquitectura interior, todos los elementos litúrgicos, devocionales y de mobiliario y la dotación de la sacristía, especialmente diseñada para el cliente.
Los relieves están inspirados en el Barroco italiano. En ellos, recuperamos la talla en alabastro, un arte de larga tradición en España, muy apreciado por su belleza y por la particular calidez del material. El proceso de ejecución parte de un boceto inicial realizado a mano alzada. A partir de estos dibujos, se modela en barro el relieve, dando volumen a la idea. Estos modelos originales son los que sirven como referencia para esculpir los relieves finales en los bloques de alabastro, que mediante su acabado final cobran matices y vida. Los bloques de alabastro, de gran tamaño y fragilidad, han de ser entonces cuidadosamente montados en su emplazamiento final.
de la nave por un muro con puertas de cristal, acoge al fiel y sirve de puente entre lo mundano y el lugar sagrado al que está a punto de acceder. Sus paredes están revestidas de tableros de madera teñida, interrumpidos en la pared frente al altar por un fondo de mármol gris perlado sobre el que destaca una gran cruz de palo. En este espacio se sitúa también el confesionario.
se destaca frente al espacio de los fieles por su mayor altura y por sus materiales. Es de mármol travertino romano de coquera cerrada, de la misma clase y tonalidad que el del retablo, recordando que éste forma parte del altar en un sentido trascendente. Sobre el color claro del mármol resaltan el altar y el ambón, revestidos con travertino noche de un mismo bloque. La mesa del altar no tiene corte y mide dos metros y medio de largo. El espacio del celebrante se realza con un marco rectangular oscuro, inciso en el suelo. Al otro lado del altar destaca la sede. Sobre ella, y bajo el relieve en el que está representado san Josemaría, fundador de la Universidad, hay inserta una reliquia suya.
se divide en la forma tradicional de tres calles, destacando la central. La mazonería es de mármol travertino romano de coquera abierta, apomazado, liso y sin interrupciones, que acentúa el protagonismo del tríptico de relieves de alabastro. Continuando con la tradición de la empresa, que siempre trabajó con escultores destacados, colaboramos en esta ocasión con Cody Swanson, quien a través de sus diseños, modelado y esculpido dio vida al programa iconográfico ideado por nosotros. En el relieve izquierdo se representa el asunto de la Visitación, que resalta la maternidad, protagonista en este centro hospitalario. En este pasaje se hace patente la labor de María como mediadora entre nosotros y su Hijo, protagonista oculto de este episodio. Ante santa Isabel proclama la Virgen el Magnificat, con el que expresa el gozo divino de quien se ha entregado a la voluntad de Dios, enseñándonos que el camino verdadero de la felicidad es fiarse a la voluntad divina a través de las alegrías y tristezas de nuestra vida, y a encontrar sentido profundo en el dolor. La Visitación nos enseña que la Virgen María escucha con atención a Dios, pero también atiende a quienes están en el mundo. Esa misión y expresión de la Caridad es el tema que se plasma en el relieve de la derecha, en el que se representa una de las visitas que san Josemaría hizo en sus años de juventud a los enfermos del Hospital del Rey en Madrid. A la derecha, un jarrón con flores representa el dolor y las oraciones que los enfermos ofrecen a Dios. En el tercer relieve culmina el programa iconográfico con la representación de la Caridad en su máxima expresión, la Santísima Trinidad. Se completa, trazando un paralelismo entre ambas, con la Sagrada Familia, la “trinidad de la tierra” a través de la que san Josemaría propone llegar a la divina.
Los relieves están inspirados en el Barroco italiano. En ellos, recuperamos la talla en alabastro, un arte de larga tradición en España, muy apreciado por su belleza y por la particular calidez del material. El proceso de ejecución parte de un boceto inicial realizado a mano alzada. A partir de estos dibujos, se modela en barro el relieve, dando volumen a la idea. Estos modelos originales son los que sirven como referencia para esculpir los relieves finales en los bloques de alabastro, que mediante su acabado final cobran matices y vida. Los bloques de alabastro, de gran tamaño y fragilidad, han de ser entonces cuidadosamente montados en su emplazamiento final.
de la sacristía se sitúa discretamente a la derecha, sin desnivel con el presbiterio para facilitar el acceso de los sacerdotes. También este espacio se ha diseñado con sumo cuidado, estudiando minuciosamente los movimientos que en él es necesario realizar para la preparación y atención de los ornamentos y objetos litúrgicos. Los armarios, cajones y demás mobiliario se han fabricado para contener los ornamentos que se han previsto necesarios para la atención específica de este oratorio.
Todo el pavimento es de mármol pulido, pero en esta via sacra su despiece se altera para resaltarla, creando una línea que señala directamente al altar. También el techo se ha rebajado, conservando su altura sobre el pasillo central, de manera que orienta nuestra mirada al lugar del sacrificio eucarístico, subrayando así que todo se organiza y cobra sentido en torno a él. Tras el altar, por encima de él y exactamente en su mitad está situado el sagrario.
del sagrario es una suerte de ventanal que atraviesa el retablo, ligeramente elevado y colocado en el lugar principal. Se accede a él y se ilumina desde un pequeño espacio tras el presbiterio. Está hecho del mismo mármol del retablo y con esmaltes, en los que se representa, en el frontal, Cristo Pantocrátor y el Tetramorfos, y en su puerta, tras el presbiterio, el Cordero místico. Las lámparas del santísimo están encastradas en hornacinas rectangulares a ambos lados, sencillamente soportadas por una ménsula del mismo mármol.
C/ Galileo Galilei, 19.
28806, Alcalá de Henares,
Madrid. España
info@granda.com
(+34) 91 802 36 55
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