Santuario del Santísimo Sacramento

de un centro de peregrinación, que recibe una afluencia masiva de visitantes, cuenta con un buen número de confesionarios. Son de gran tamaño y también recrean el estilo gótico, aunque con acabados en madera oscurecida. Por ello, aunque están relacionados estéticamente con el altar y la decoración interior, no cobran protagonismo.

realizado en madera y completamente dorado, inunda los sentidos de los fieles. Una magnífica custodia de 7,5 pies, donde se coloca el Santísimo Sacramento, está situada en la posición más prominente hacia la cima del retablo. La custodia es visible tanto desde la nave central como desde el claustro, ya que el retablo principal tiene dos caras. Las monjas se turnan en la adoración perpetua y la custodia está siempre expuesta en su lado. En el centro del retablo y debajo de la custodia se encuentra un gran tabernáculo dorado elaborado en un estilo de arquitectura gótica, que recuerda a las grandes catedrales europeas. Realizado en distintos tipos de mármol, el altar está decorado en su parte frontal con el símbolo cristiano del Santo Pelícano.

reproducen la arquitectura mediante arcos, baquetones y pináculos del retablo mayor, recreando un refinado estilo gótico. Uno de ellos está dedicado a la Virgen Milagrosa, y el otro al Divino Niño, en consonancia con la iconografía de esta advocación en Colombia. La devoción al Divino Niño está muy arraigada en Colombia, y tiene un profundo significado en esta iglesia; fue ante esa imagen en Bogotá donde la Madre Angélica recibió la inspiración divina para construir el Santuario.

consiste en un conjunto de vivos relieves policromados, en forma de tondo, enmarcados en un marco cuadrado dorado y rematados con una cruz. Estos marcos recuerdan la forma de los marcos utilizados en las escenas de las puertas de la iglesia. En consonancia con su estilo e inspiración, los relieves siguen un estilo realista clásico, evocando el arte renacentista sobrio y solemne.

realizó la totalidad del ajuar litúrgico, incluyendo tanto las piezas de orfebrería como los elementos textiles, como los lienzos y las vestimentas para los sacerdotes. La pieza más destacada es la custodia, de 7,5 pies de altura y con un prominente marco de luna solar. El gran tabernáculo se inspira en las arquetas eucarísticas medievales, aunque su forma emula las catedrales góticas posteriores. Su arquitectura dorada reproduce detalles del retablo en cuyo centro está instalado, estableciendo así un bello paralelismo entre la iglesia y el tabernáculo como iglesia y casa de Dios, una tradición que se remonta a los relatos tipológicos del Antiguo Testamento. El pináculo central se hace eco de la custodia, rodeada de ángeles adoradores, como en el retablo. El conjunto de cáliz y copón es un diseño personalizado que también reproduce motivos decorativos góticos, enriquecidos con esmaltes que representan la magnífica custodia y el Divino Niño.

del retablo, desde el claustro, se encuentra otro retablo más sencillo adosado a su parte trasera, que es donde las monjas asisten a los oficios. La enorme custodia es el elemento principal del conjunto y también es visible desde el retablo, para permitir a las monjas clarisas honrar al Santísimo Sacramento en adoración perpetua. Al igual que en el retablo principal, bajo la custodia hay un tabernáculo, de forma turriforme y arquitectura gótica, con un gran esmalte pintado en la puerta.

destinada a la sepultura de las monjas de clausura de la orden y donde se encuentran los restos mortales de la Madre Angélica, cuenta también con una pequeña capilla. La arquitectura y el retablo de madera dorada de la capilla de la cripta son neogóticos. El altar y el comulgatorio son de mármol. En dos hornacinas se encuentran las imágenes de San Francisco de Asís y Santa Clara, patrones de la Orden. Sobre un fondo de mármol enmarcado en un sobrio color verde se encuentra una imagen de Cristo Crucificado. De camino a la cripta, las monjas pasan junto a un monumental relieve monocromo de la Crucifixión con los edificios de Jerusalén al fondo.

se encargó a GRANDA el diseño de la gran plaza situada frente a la iglesia y de las puertas de entrada. En el centro de la plaza, se ha instalado una estatua especial de bienvenida del Niño Jesús con el Sagrado Corazón en la mano para el bien de los peregrinos.

puertas de bronce de la iglesia establecen un paralelismo con las de las famosas puertas del Baptisterio de Florencia. Representan escenas enmarcadas en cuatrifolios, como las dos primeras puertas del Baptisterio, obra de Andrea Pisano y Lorenzo Ghiberti (siglos XIV y XV). Las escenas de las puertas representan los temas de los Siete Gozos y los Siete Dolores de la Virgen en un estilo clásico.