Santa Teresa de Calcuta es un referente de humanidad y caridad con los más pobres y una de las personalidades más carismáticas de los últimos tiempos. En ella, al final de su vida, entraban en contraste el desgaste físico, consecuencia de una larga vida entregada a los más pobres de entre los pobres, con el vigor de un espíritu que no había perdido un ápice de juventud.
El trabajo de esta escultura comenzó cuando la parroquia de San Alberto Magno de Madrid llamó a nuestros talleres para encargar la realización de una escultura de la Santa. Se quería colocar la escultura en un jardín con motivo de la intensa labor de ayuda a los necesitados que se realiza desde la parroquia.
En el taller, hablamos con Juan Carlos y nos explica que es la segunda vez que se enfrenta al reto de retratar a este gran personaje. La primera vez, fue para la realización de una talla para la Catedral de Santa María de Sydney y, en aquella ocasión, se acercó a las Misioneras de la Caridad con la idea de entender en profundidad su carisma y el espíritu de su fundadora y lograr así un retrato vivo de la santa.
Ellas mismas le mostraron, desde dentro, como era la Madre Teresa, cuál era su peculiar forma de sonreír y dirigirse a los demás, detalles, contados por sus hijas, que se escapan a cualquier imagen captada por una cámara fotográfica. Las Misioneras le mostraron el correcto uso del shari y cómo lo vestía ella con el deseo de ayudar al artista a plasmar vida en la imagen de su fundadora. A cambio solo le pidieron una cosa:
“Qué sus pies sean sus pies”.
Las imágenes a menudo tratan de suavizar las imperfecciones lo que hace, a veces, que pierdan el sello de la persona a la que representan. Santa Teresa de Calculta vivió una vida entregada hasta la vejez: su rostro, sus manos y sus pies daban testimonio de ello. Las Misioneras pedían que fuera fiel a ella, que, de alguna manera, su esencia palpitara debajo de esa talla.
En esta ocasión, estar familiarizados con el rostro de la Madre Teresa, ha sido de gran ayuda cara a abordar el proyecto, que comenzó con un boceto de la escultura sobre papel en el que se definieron sus dimensiones: 1,50 m de altura, y se decidió darle un acabado en piedra dada su ubicación, sobre un pedestal, en un exterior. A partir del boceto comenzó el modelado en arcilla, de la que se extrajo la imagen en resina mezclada con piedra natural. Finalmente la imagen fue policromada a dos colores, tal y como podéis ver en las fotografías:
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C/ Galileo Galilei, 19.
28806, Alcalá de Henares,
Madrid. España
info@granda.com
(+34) 91 802 36 55
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