de estilo contemporáneo, se tomaron su ábside semicircular y formas de medio punto como puntos de partida para plantear un proyecto que reinterpreta el estilo neogótico de comienzos del siglo XX. El retablo está realizado en madera marmolizada y sus hornacinas están decoradas con mosaico de teselas azules. Esta solución decorativa es, además, una evocación al uso de esta técnica del mosaico por parte de nuestro fundador, don Félix Granda, presente en las obras de nuestros Talleres del primer tercio del siglo XX. Sobre el fondo azul, símbolo de la divinidad, destaca en la hornacina central el sagrario dorado y, en las laterales, dos ángeles oferentes también dorados, cada uno de los cuales sostiene una lámpara para el Santísimo. El altar y el ambón son de mármol de Carrara y forman juego con el retablo, subrayando el conjunto el significado litúrgico que tienen estos elementos. En el frontal del altar, de nuevo sobre un mosaico azul, destaca un relieve dorado de la Última Cena, que remite al Sacrificio eucarístico. A ambos lados del presbiterio y en hornacinas de medio punto están alojadas dos tallas policromadas de la Virgen Milagrosa y de san José con el Niño Jesús. En esta ocasión, diseñamos asimismo la decoración mural del ábside.
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