En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha sido históricamente una de las más queridas y practicadas por los fieles en España. Esta predilección comenzó a expandirse en nuestra nación en el siglo XVIII gracias a la labor del padre jesuita beato Bernardo de Hoyos. El 14 de mayo de 1733, día de la Ascensión, recibió de Cristo la revelación de la Gran Promesa: “Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes”.
Ya en el siglo XX, el 30 de mayo de 1919, España era por fin consagrada al Sagrado Corazón, en una solemne ceremonia presidida por S. M. don Alfonso XIII en el Cerro de los Ángeles (hoy en la diócesis de Getafe), centro geográfico de nuestro país. Con ello, la devoción experimentó un gran desarrollo.
Don Félix Granda (1868-1954), como hijo de su tiempo, fue un fervoroso devoto del Sagrado Corazón. A él dedicó numerosas obras, entre las que están algunas de las más importantes que realizaron los Talleres de Arte durante su vida. Escribió, asimismo, sobre las ideas teológicas en las que fundamentó la iconografía de sus obras dedicadas a Él. En estos escritos, sin quitar un ápice de importancia a la labor de santa Margarita de Alacoque y del beato padre Hoyos, subrayó la antigüedad de esta devoción en la Iglesia:
“No olvidemos que la primera manifestación del Corazón de Jesús se verificó en la Cruz. Y las almas puras, siguiendo a San Agustín, vieron en las palabras del evangelista San Juan la invitación a penetrar por el Costado que abrió la lanza; la puerta por donde introducirse a los secretos del Corazón de Cristo. La Llaga del Costado ha sido siempre el refugio y consuelo de los Santos, porque les ponía en contacto con el Corazón de carne de Cristo, órgano y símbolo de su caridad sacrificada.”
Entre ellas, destaca en primer lugar el retablo de la iglesia jesuita del Sagrado Corazón en La Habana (Cuba), popularmente conocida como la iglesia de Reina, de 1922. Está presidido por una talla monumental del Sagrado Corazón ejecutada por José Capuz, por entonces escultor en los Talleres de Arte de Granda. El retablo contiene un complejo programa iconográfico, en el que destaca la presencia de los santos de la orden jesuita.
En 1933 se materializó el encargo de los retablos para el Santuario Nacional de la Gran Promesa en Valladolid (España), cuyo retablo mayor, como no podía ser de otro modo, presenta también una gran talla del Sagrado Corazón, esta vez obra del escultor Julio Vicent. La obra se vio interrumpida por la Guerra Civil, durante la cual el retablo permaneció, según la memoria preservada en nuestra compañía, escondido en un tabique en los Talleres, finalizándose en 1942. En 1952 se realizó también en Talleres de Arte el altar para la Basílica del Sagrado Corazón de Bogotá (Colombia), más conocida como del Voto Nacional.
Son incontables las tallas y esculturas dedicadas al Sagrado Corazón de Jesús por nuestra empresa a lo largo de su historia. Entre las decenas de modelos distintos que nuestros artistas realizaron y realizan también hoy, destaca sin duda, por su extendidísima devoción, el realizado por Julio Vicent para la Gran Promesa de Valladolid. En 2017 realizamos la talla que mostramos en la fotografía basada en esta imagen, destinada a las Carmelitas Samaritanas del Sagrado Corazón, muy vinculadas al templo vallisoletano. Su estofado, a su vez, está inspirado en los motivos de la túnica de la talla del Sagrado Corazón de La Habana.
El Sagrado Corazón tuvo también siempre un lugar especial en la devoción doméstica. Aunque esta práctica cayó un poco en desuso en el último cuarto del siglo XX, era frecuente encontrar en las casas españolas una imagen o un pequeño altar dedicado al Sagrado Corazón, costumbre que nunca se ha abandonado por completo. Recientemente, hemos realizado con este fin una pequeña escultura, basada en nuestro modelo de la talla del Sagrado Corazón de la Gran Promesa.